El aceite de caléndula es conocido por sus propiedades antiinflamatorias, regeneradoras y antisépticas, las cuales lo vuelven un gran aliado para revitalizar la piel. Se trata también de un aceite perfecto para calmar la piel irritada y aliviar la sensibilidad extrema que experimentan algunas pieles. Además, previene la hinchazón y el enrojecimiento y estimula la producción de colágeno.
En algunos casos de acné, el aceite de caléndula se utiliza para hidratar la piel y disminuir la inflamación producida por los granos. Pero además, algunos de sus componentes como pueden ser micronutrientes, flavonoides, polisacáridos, betacaroteno y luteína le brindan protección a la piel, los huesos y los dientes o le aportan efectos antioxidantes y cicatrizantes, por lo que ayudan a regenerar el tejido dañado.
Pero sus propiedades no acaban aquí. Los expertos aseguran que el aceite de caléndula sirve para humectar el cuero cabelludo, eliminar la caspa del pelo y mejorar su condición general devolviéndole el brillo. También se le atribuyen propiedades regenerantes que logran que los folículos capilares crezcan fuertes ayudando a tener una melena más gruesa.
Debido a todas sus propiedades, se trata de uno de los aceites más utilizados en cosmética natural y uno de los más demandados. Es perfecto para calmar brotes habituales en pieles atópicas y eccemas. También ayuda a nutrir en profundidad las pieles más secas.
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