Beneficios para la piel
– Hidratación y nutrición. Posee Omega 3 y vitaminas E, C, A y algunas del grupo B que son los responsables de dar un brillo natural y mantener el aspecto saludable de tu piel.
– Arrugas y envejecimiento. Según estudios recientes, la moringa es una de las plantas con mayor poder antioxidante del planeta. Por ello es ideal tanto para combatir arrugas y líneas de expresión ya existentes, como para prevenir la aparición de nuevas.
– Acción regeneradora. Contribuye a que tu piel luzca uniforme y disminuya e incluso logre la desaparición de esas manchas que llegan con la edad.
– Cicatrización de marcas de acné pero también de pequeños cortes en la piel o de quemaduras, evitando la aparición de marcas.
– Anti acné. Además de su poder anti-inflamatorio, el aceite de moringa tiene un efecto antimicrobiano que puede ayudar a prevenir la formación de puntos negros y acné.
– Quemaduras y picaduras. Su gran poder antiséptico y antiinflamatorio lo hacen ideal para tratar pequeñas quemaduras, erupciones y picaduras de insectos.
Beneficios para el cabello
De manera similar a cómo el aceite de moringa actúa sobre la piel, lo hace sobre el cabello provocando, entre otros, los siguientes efectos beneficiosos:
– Hidratación profunda, nutrición, suavidad y brillo.
– Reparación y sellado de puntas abiertas.
– Reparación de los daños producidos por el excesivo uso de tintes, secadores o planchas.
– Combate la caspa. Por sus cualidades antiinflamatorias y humectantes, se ha descubierto en el aceite de moringa un buen aliado para mantener una correcta hidratación del cuero cabelludo ayudando, con ello, a prevenir la aparición de caspa.
Los poderes del aceite de esta súper planta siguen hoy descubriéndose y extendiéndose a usos como la aromaterapia por su efecto relajante que ayuda a combatir el estrés y conciliar el sueño.
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